Esta tarde tuve mi segunda lección de tango en "el Estudio", una academia de baile de la calle S. Martín. Iba realmente cansada y no sabía lo que me esperaba, no recordaba apenas nada de la clase anterior y tenía tanta sed y sueño que me daba incluso igual.
Sin embargo, hoy no solo era ensayar algunos movimientos básicos, sino que nos hemos centrado en seguir la música, en caminar al son de los pasos que la música nos marcaba. No puedo sino decir que bailarlo, ya sea cuando eres principiante, es una maravilla digna de cualquier deporte de riesgo. Para la mujer, en mi caso, siente que lo baila cuando se deja llevar, cuando solo centras tu cuerpo en los sentidos y en la tensión que se crea entre las manos, en cuidar el espacio entre la pareja y fluir al son del compañero, sintiendo su voluntad, su paso firme, un cambio de ritmo, una vuelta. Dicen que es un baile machista, sin embargo, me resisto a verlo así, simplemente es un diálogo en donde él pregunta y ella responde, él invita, y ella va.
Precioso.
Me ha encantado, qué decir... por su puesto voy a seguir yendo porque no me quiero ir de aquí sin tener una base que poder llevarme a España para seguir practicando.
Si queréis información buscad en FB Martín y Candela
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